miércoles, 20 de abril de 2011

Puerto Hormiga, dijo puerto López

Negocios en la Playa
Nuestra siguiente parada fue Puerto Hormiga, dijo puerto López. Donde al llegar nos recibió una panadería a quien le pedí un pan y me lo dio. Como nos quedamos sentados un rato allí hablando con la gente del lugar el dueño de la panadería nos dio mucho pan que sirvió de cena y desayuno. Nuestra primera manguiada. Recorrimos el lugar y decididos nos parchamos a ver si vendíamos algo. También para matar el tiempo y buscar un lugar ideal para dormir. Como estábamos parchados conocimos a tres hermosas jóvenes quienes nos acompañaron un rato y tuvimos una conversación muy amena. Pasada las horas nos decidimos ir a dormir, nuestra primera noche cerca al mar. Montamos la carpa y los que se duermen.

Hogar, dulce hogar
Pasa el tiempo y Jorge empieza a molestar que algo le picaba, eran hormigas que habían invadido nuestro hogar. Nos toco sacar todas las cosas y limpiar la carpa con una camisa mojada para matarlas. Al otro día nos dimos cuenta que eran más de 100 hormigas las que nos invadieron y picaban muy duro las HP. En puerto López aprendimos que si te quieres bañas y utilizar un baño tienes que pagar. Hasta ahora no habíamos hecho esto. En canoa existe un rio donde nos bañábamos y utilizábamos el baño de un hotel sin ningún costo. Como la situación es de sobrevivir, toca hacer sacrificios, con poco dinero decidimos no bañarnos. Además pronto nos iríamos a montañita. En nuestra pequeña instancia en puerto López (Dos noches un día) conocimos a una familia de pescadores con quienes entablamos amistad. Nos contaron cómo era la vida en el mar y como se pescaba. También nos invitaron a pescar pero por cosas del destino no pudimos. Desde puerto López uno puede ir a unas islas que son muy hermosas y también ver a las bañenas (claro que es por temporadas) estas playas son muy tranquilas y no esta tan corrompido por el comercio que trae el turismo.

Barcos y puesta de Sol

Inicia la Ruta del Sol

Un poder semejante dejó maravillado al principito. Si él disfrutara de un poder de tal naturaleza, hubiese podido asistir en el mismo día, no a cuarenta y tres, sino a setenta y dos, a cien, o incluso a doscientas puestas de sol, sin tener necesidad de arrastrar su silla. Y como se sentía un poco triste al recordar su pequeño planeta abandonado, se atrevió a solicitar una gracia al rey:
—Me gustaría ver una puesta de sol... Deme ese gusto... Ordénele al sol que se ponga...

Fragmento del Principito
Antonoine De Saint



Nuestra despedida en Quito fue genial. Nuestro anfitrión (Giovanni) nos invito a una reunión de cumpleaños que se llevaría en su casa. Debido a esta fiesta (De cumple años y despedida) nos despertamos muy tarde y nos fuimos para la playa. Los ecuatorianos le dicen la ruta del sol. Una serie de 22 pueblos (según nuestro mapa turístico) y ciudades que bordean al océano pacifico desde esmeraldas hasta anconcito (según nuestro mapa). En otavalo nos encontramos a un artesano quien nos realizo una ruta y nos recomendó lugares que según él son buena plaza, inicia nuestro recorrido por la Ruta del sol, provincia de Manabí. En esta lista nuestra primera parada fue pedernales. Antes de llegar a este lugar tenemos que pasar por santo domingo de los colombianos, dijo de los colorados, que ahora se llama santo domingo de los Tsachilas(la provincia la capital conserva el nombre de los colorados) Mucha gente nos recomienda que no entremos a santo domingo de los colombianos, por la razón que está lleno de colombianos y por ende es muy peligroso, existe el sicariato y aumento la delincuencia desde que llegaron los colombianos. Eso es lo que dicen las malas lenguas, no me consta. De todas formas cuando llegamos a santo domingo íbamos cogidos del tiempo y de una abordamos otro bus para Pedernales, nuestra primera playa.

MotoTaxi
Al llegar a este lugar buscamos un lugar donde comer algo e indagamos sobre la acampada en la playa, los lugareños dicen que no es aconsejable y decidimos pagar hospedaje. De todas formas íbamos cansados por el viaje (7 horas viajando) El objetivo era pasar mi cumpleaños en la playa y lo logre, por eso lo primero que hice al despertarme fue caminar rumbo al mar y nadar un rato. Jorge Mario no se entero que era mi cumpleaños. Como no teníamos dinero para pagar más días en el hotel decidimos recoger las maletas y buscar transporte para la siguiente playa Canoa, pedernales no nos gusto mucho que digamos. A canoa llegamos pasadas las 3 pm. Allí el fin de semana es lleno de turistas pero entre semana es vacio. Al llegar a nuestra primera playa para vender las artesanías no sabíamos dónde ubicarnos y duramos una hora buscando el mejor sitio. Para nuestra sorpresa vendimos algo y esto nos animo a quedarnos el día lunes. Ese día conocimos a un arte-sano llamado Antonio, el muy amable nos explico cómo era la jugada y nos enseño nuestras primeras clases de artesanías. Los días que siguieron las pasamos cerca de Antonio quien conocía a la gente del lugar y con él nos sentíamos seguros. Decidimos seguir viajando pero realizando auto stop (echar dedo) de los cuales solo nos llevaron por 30 minutos y de allí pagamos transporte.

Playa en Canoa
Realizar dedo es muy difícil, de pronto por ser dos hombres es más difícil, toca aguantar el sol y da mucha sed. Es desgastante y frustrante. No es para nosotros eso.

En Quito

En la frontera
Pasto me despide con un intento de atraco. Por confiado casi me roban el celular. Pasado el susto ahora toca esperar a mi compañero de viaje: Jorge mangos. Quien le toco aguantar 14 horas de viaje desde Armenia hasta Pasto. Por lo general son 12 horas. Salimos de Pasto muy temprano y llegamos a Ipiales a las 9am. En el puente de Rumichaca perdimos mucho tiempo, 2 horas en cada migración. Llegamos al primer pueblo que se llama Tulcan, allí cogimos un bus que nos lleve a Otavalo. Casi nos deja el auto bus. De Tulcan a Otavalo son 3 horas de viaje. A donde llegamos pasadas las 6pm. Buscamos un hostal económico y recorrimos la ciudad. Al otro dia viajamos a quito, capital de Ecuador. En la casa de nuestros amigos, nos han atendido como a reyes. Nos sentimos en nuestro hogar. Hemos recorrido muy poco la ciudad. Falta de presupuesto. Hasta ahora la impresión de ecuadar es Positiva.Tiene algunas diferencias respecto a Colombia. Entre ellas que las gentes no saben dar una dirección bien, en vez de orientar desorientan. Las llamadas a Celular son muy caras 0.25 centavos de dollar, como unos 500 pesos colombianos. La hora de internet cuesta 1 US. Muy caro. El internet es muy lento. Por eso casi no nos conectamos. En la casa de nuestros amigos estamos produciendo “artesanias”. Ya imprimimos las fotos, las que nos van a sacar de pobres, que pensamos vender en las playas Ecuatorianas. Queremos irnos este fin de semana para las playas ecuatorianas. Quito es muy frio, casi siempre llueve. Por esta razón queremos un poco de calorcito. Casi no hemos salido de la casa. Por esta razón no hay mucho que contar.


Catedral

De visita en Tumaco (La perla del pacifico)

Después de 3 o 4 años de ausencia vuelvo a Tumaco (La perla del pacifico). La tierra donde crecí, la tierra que amo. Por razones de fuerza mayor, a mi mamá y hermana, les  tocó irse  de Tumaco, por ende los demás hijos no podíamos volver a estas tierras.  En total somos 4 hijos, 3 hombres y 1 mujer, Yo soy el último. El primero en irse de Tumaco fue mi padre quien se divorció de mi madre. De allí creo que sigue mi hermano mayor quien se presentó a la Policía, mi hermana estudio en Ipiales y después regreso a vivir con mi mama,  mi otro hermano entro a la Universidad Nacional en Manizales y Yo a la del Quindío en Armenia. Mejor dicho nos comenzamos a ir de poquitos y sin ser muy conscientes de ello. Cuando sucedió la amenaza a mi madre fue el adiós definitivo. Lo que más me dolió fue haber salido sin despedirme de nadie. Saber que ya no podría pasar mis vacaciones de universidad en mi tierra. Por razones de seguridad pierdo todo contacto con mis amigos, claro que es una excusa, este contacto ya lo había perdido al entrar a la Universidad. Siempre quise regresar pero mi mamá no me dejaba ir solo. Hasta que se dio la necesidad y viajamos. Creíamos que el viaje se iba a suspender por lo ocurrido en Japón, pero no fue así.
El morro

De Pasto a Tumaco son unas 5 o 6 horas en carro. Toca subir la cordillera y después comenzar a bajar. Este paisaje es muy hermoso porque se siente como se adentra en la cordillera y entra a la selva húmeda de la costa Pacífica nariñense.   Como el tiempo hace sus estragos en la mente humana íbamos recordando en que parte del trayecto estábamos. Mi ma decía un nombre y yo le contestaba que no era así o viceversa. Salíamos de dudas al ver alguna publicidad que contenga el nombre del pueblo que pasábamos. Llegamos en la noche a eso de las 10 pm. Al entrar a Tumaco, como cosa rara, algunos barrios estaban sin servicio de energía eléctrica. En los 17 años que viví allí aprendimos a convivir con las constantes fallas eléctricas presentadas. A veces pasábamos 2 o 3 semanas sin este servicio. Como en mi pueblo no hay acueducto toca recolectar el agua en tanques de almacenamiento. Sin energía eléctrica no se puede recolectar el agua y allí si pailas. Creía que por ser sábado Tumaco nos iba a recibir con sus parlantes a todo volumen (allí son columnas de sonido, como las que tienen las discotecas, un tumaqueño puede tener su casa hecha una nada pero tiene su full equipo de sonido) pero no fue así. Un silencio absoluto. Fue lo más raro que note. Un sábado muchas casas están de rumba, es normal ver, en un mismo barrio, tres o cuatro columnas, pero esta vez no.


Un baobabs
Descansamos ese día y el domingo fuimos a re conocer Tumaco. Queríamos ver si había algo nuevo o todo seguía igual. De hecho todo sigue igual un poco más de comercio.  Pero nada nuevo. Recorrimos sus calles y parques. Los olores, tráfico, gente caminando, basuras en las calles, el calor, todo nos parecía agradable. Hechos que anteriormente nos hubieran disgustados ahora nos parecían hermosos. Una ida a Tumaco no está completa sin ir al Morro, principal playa, donde nos quedamos toda la tarde. Lástima que el sol no fue tan bonito como en otras épocas pero se disfrutó. De allí volvimos a la casa. Al otro día fuimos hacer lo que teníamos que hacer y regresamos a Pasto. A chupar frio. La ida a Tumaco es muy significativa porque es donde pasamos los mejores momentos de nuestra vida familiar. Allí pasamos momentos agradables y malos. Allí todos mis hermanos se criaron. Pasamos nuestra infancia y adolescencia. Por eso creo que es tan significativo. Visitar la perla del Pacifico por última vez fue magnifico. Una buena despedida de Locombia. Ahora la siguiente parada es Quito, donde ya tengo hospedaje. Donde la ruta se va realizando poco a poco. Sin afán con calma.